Una hormiga que quería ser Jirafa..


Una jirafita..
Cuánto no ha luchado con tal de ser alta como sus hermanas...
Otras jirafas le dijeron que no bastaba con tener solo el corazón jirafal, debías alcanzar la estatura de la gloria, esa que podemos alcanzar solo cuando nuestros genes nos avisan que nacimos para ser altos.
Pues bien, lamentablemente esta jirafita no tiene tales genes.
Mas bien sus genes parecen de hormiga, contextura menudita y pequeñita, patitas flacas. Siempre pasando desapercibida, llegaba la noche y en su lecho nocturno soñaba que sus patitas se alargaban y que su cuello crecía tocando con sus orejas el cielo.
Cuando hubo amanecido, se dió cuenta que su cabeza destapó su pequeña cuevita y que sus patas habían crecido saliendo a la superficie. -¡Qué alegría mas grande! ¡Soy una jirafita!. Efectivamente esta hormiga había dejado su pequeño cuerpo para convertirse luego de un maravilloso sueño en una jirafa. Aleteaba sus flacas patas y saltaba sin parar de felicidad.
- Me bastó quererlo, desearlo en mi corazón, creer que es una posibilidad, y que hasta una hormiga puede ser una jirafa si así lo cree!
Es así, como nuestra jirafita dejó su cueva de hormiga y ahora vive feliz bajo las ramas de un árbol. No se tiene sangre de jirafa, pero anidar una jirafa en el corazón es suficiente =)
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1 comentarios:

Luz de Luna dijo...

mi efe más linda...

eres mucho más que una hormiga con corazón de jirafa!!!

y la altura de tu ternura llega mucho más lejos que tu cuello, está llegando hasta el sol!
ten cuidado no te vayas a quemar que allá arriba está muy caliente...
cuando pases por la luna cuéntame cómo es por allá vale?

te quiero miles mi payasa mensa!

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