Las Jirafas tambien vuelan

Hoy tengo flores en el pelo.

Empezo así: Un amanecer lluvioso me esperaba luego de un confortante y eterno sueño, ese frío inquietante como el que se siente los otoños de abril, cuando las hojas caen y los árboles rugen tras las ventanas.

Recordé que mis ojos estaban abiertos y no estaba durmiendo, mas bien estaba pegada al techo, escuchando por mis dos oídos el viento pegar en la casa, estaba mas bien sintiendo el calor de unas suaves sábanas, o quizás oliendo una leña mojada esperándome en la entrada. Reaccioné, y aún estaba pegada al techo como en el principio.

Fué entonces el momento de la vida.

El tiempo se detuvo, y dejé de escuchar el viento , el frío se apoderó de la cama, la leña se incendió y estaba consumiendo la entrada. Ya no estaba pegada al techo.
Cuando me di cuenta ya era demasiado tarde, y debía escapar. Sin embargo me detuvo una enorme cantidad de flores que cayeron del cielo sobre mi pelo. Eran flores blancas, flores rojas, flores azules y verdes. Amarillas y grisáceas, violetas y naranjas, de todos los colores. Pensé en escapar, pero era el momento de la vida.
Un espectaculo de luces y belleza sin igual, un campo de flores se había posado justo sobre mi cama, y adornaban mis cabellos, enternecían la fría mañana de otoño un 22 de abril. Era el momento de la vida.

Estiré mis brazos y solo encontre mas y mas flores. Nada importaba, que ardiera incluso todo el espacio por mi culpa, era el momento de la vida.
Y es así como me doy cuenta que solo fue una raya en el agua, el fuego no quemará mas de lo que este momento de la vida me acaba de regalar. Puede inquietarme, puede perturbarme, incluso asustarme, pero no me sacará de este momento de la vida. El frío puede congelarme, paralizarme incluso intentar matarme, pero no perturbará el momento de la vida.

Hoy es 22 de abril. El viento sopla fuerte y golpea la casa. Huele a leña mojada en la entrada y las flores marchitas esperan la llegada de una nueva compañera.

Volví a nacer..

Luego me fijé en tanta opresión que hay en esta vida. Vi llorar a los oprimidos, y no había quien los consolara; el poder estaba del lado de sus opresores, y no había quien los consolara.

Y consideré más felices a los que ya han muerto que a los que aún viven, aunque en mejor situación están los que aún no han nacido, los que no han visto aún la maldad que se comete en esta vida.

Vi además que tanto el afán como el éxito en la vida despiertan envidias. Y también esto es absurdo; ¡es correr tras el viento! El necio se cruza de brazos, y acaba muriéndose de hambre.
Más vale poco con tranquilidad que mucho con fatiga — ¡corriendo tras el viento!

Me fijé entonces en otro absurdo en esta vida: vi a un hombre solitario, sin hijos ni hermanos, y que nunca dejaba de afanarse; ¡jamás le parecían demasiadas sus riquezas! «¿Para quién trabajo tanto, y me abstengo de las cosas buenas?», se preguntó. ¡También esto es absurdo, y una penosa tarea! Más valen dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo. Si caen, el uno levanta al otro.

¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante! Si dos se acuestan juntos, entrarán en calor;
uno solo ¿cómo va a calentarse?
Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir ¡cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente!

Mas vale joven pobre pero sabio que rey viejo pero necio, que ya no sabe recibir consejos. Aunque de la cárcel haya ascendido al trono, o haya nacido pobre en ese reino, en esta vida he visto que la gente apoya al joven que sucede al rey. Y aunque es incontable la gente que sigue a los reyes, muchos de los que vienen después tampoco quedan contentos con el sucesor. Y también esto es absurdo; ¡es alcanzar el viento!

Que dices qué?
que te vas a tirar al Sena?
mentira...
Aún te das vueltas en la cama, eres un atado de mañas..te quejas de que el tiempo no te alcanza y que me he vuelto insensible e hiriente en mi actuar para contigo. Te equivocas. Aún sigues aleteando cual pez se quedó sin agua y tiras bazookas por doquier. No te creo nada de tus palabras, he tapado mis oídos y escucho canciones de Mozart mientras tu me rechazas con cada barbaridad del porte de un buque. No me interesa. Te amo pero tienes tanta basura en esa nuez.... Te miro y eres tan tan bella, pero no concibo que tengas el alma tan negra...tus blancas alas de palomas las retuerces, y me das de golpes en la cabeza, te amarro los brazos y me das de patadas bajo la sabana...Que te vas a tirar al Sena y que ya te estas ahogando..mentirosa...
Ya se acabó este juego, me cansas..cierro mis ojos para desaparecerte, los abro y ahi estas otra vez ahogandote y pidiendo que vaya a tu socorro..

Me estoy mojando en tu irónico río Sena, el agua me llegó a los pies y hasta aquí llegamos...No hay más Río, no hay más mentiras, insultos, patadas ni combos...Sal de mi cama...y llama a rescate para que te saquen de mi casa...Ah! y no te olvides de sacar tu tanque de oxigeno, porque acuerdate que te estabas ahogando..Sal de aquí...




El río, Julio Cortázar (adaptación jajaja)

El queria que yo volara...Para eso me fabricó unas alas de papel que con mucho cuidado las pegó a mi dorso. Me dijo: No eres un ángel. Mas bien, eres mucho mejor que un ángel. Los angeles vuelan cerca de aquí, pero ninguno es como tú. Estas alas no llevan plumas, sino serías un ave, y no quiero que seas un ave. Son de papel. Son livianas, son delicadas y fragiles, pero te llevarán tan lejos como quieras llegar.
Puso entonces estas alas de papel y me indicó el horizonte. Me dijo que había lugares donde los sueños se volvían realidad, que no quedaba tan lejos de peñasco donde estabamos parados. Un par de kilometros bastaría para llegar a ese lugar. Pero me advirtió que el viaje no sería facil. El viento soplaba muy fuerte y se aproximaba una tormenta que estaba comenzando a helar mis descalzos pies. Sentí el frío recorrerme de punta a punta y el cielo estaba nublandose rapidamente. Tenia solo un par de minutos para llegar a mi ansiado destino. Titubié. El me miraba a los ojos y yo rehusaba la mirada mientras tocaba mis fragiles alas, que supuse, no soportarían tal tormenta. Le dije que prefería quedarme en ese peñasco junto a El, y que podría construir una casita con las ramas de los árboles del peñasco, y podría vivir feliz para siempre y no le haría mal a nadie. El me señaló mis alas, y me dijo que si no volaba me las iba a cortar y se las iba a pegar a otro que quisiera ir en busca de los sueños que se vuelven realidad. Otra vez Titubié. Esta vez tenia 2 opciones, o vivia el restos de mis dias en un peñasco frío y desolado , o me arriesgaba con mis alas de papel a llegar a puerto seguro. Fue ahi cuando supe que era lo que realmente toda mi vida había querido. Entonces, me armé de valor e ignoré la tormenta, ignoré las nubes e ignoré ese viento huracanado y frío. Le dije" hasta la vista", acá me lanzo a la ventura, sé que llegaré de alguna forma, nadie se pierde, y prometiste que estarías hasta el fin conmigo.
Volé durante horas.
En 2 ocasiones casi caigo al abismo.
5 veces el viento me dió vuelta y amenazó con destrozar mis alas de papel.
En 3 ocasiones perdí la fuerza y bajé de altura, pensando que caería.
10 veces perdí el rumbo, porque una espesa niebla me cegaba la dirección.

Y aquí estoy. Ya llegué. Estoy bien =)
Me dijeron que la casa que se divisa bajo un arbol frondoso, es el hogar de un dulce hombre, es un alero, y dicen que te cambia la mente.