El alero (dícese del personaje que pone alas)

El queria que yo volara...Para eso me fabricó unas alas de papel que con mucho cuidado las pegó a mi dorso. Me dijo: No eres un ángel. Mas bien, eres mucho mejor que un ángel. Los angeles vuelan cerca de aquí, pero ninguno es como tú. Estas alas no llevan plumas, sino serías un ave, y no quiero que seas un ave. Son de papel. Son livianas, son delicadas y fragiles, pero te llevarán tan lejos como quieras llegar.
Puso entonces estas alas de papel y me indicó el horizonte. Me dijo que había lugares donde los sueños se volvían realidad, que no quedaba tan lejos de peñasco donde estabamos parados. Un par de kilometros bastaría para llegar a ese lugar. Pero me advirtió que el viaje no sería facil. El viento soplaba muy fuerte y se aproximaba una tormenta que estaba comenzando a helar mis descalzos pies. Sentí el frío recorrerme de punta a punta y el cielo estaba nublandose rapidamente. Tenia solo un par de minutos para llegar a mi ansiado destino. Titubié. El me miraba a los ojos y yo rehusaba la mirada mientras tocaba mis fragiles alas, que supuse, no soportarían tal tormenta. Le dije que prefería quedarme en ese peñasco junto a El, y que podría construir una casita con las ramas de los árboles del peñasco, y podría vivir feliz para siempre y no le haría mal a nadie. El me señaló mis alas, y me dijo que si no volaba me las iba a cortar y se las iba a pegar a otro que quisiera ir en busca de los sueños que se vuelven realidad. Otra vez Titubié. Esta vez tenia 2 opciones, o vivia el restos de mis dias en un peñasco frío y desolado , o me arriesgaba con mis alas de papel a llegar a puerto seguro. Fue ahi cuando supe que era lo que realmente toda mi vida había querido. Entonces, me armé de valor e ignoré la tormenta, ignoré las nubes e ignoré ese viento huracanado y frío. Le dije" hasta la vista", acá me lanzo a la ventura, sé que llegaré de alguna forma, nadie se pierde, y prometiste que estarías hasta el fin conmigo.
Volé durante horas.
En 2 ocasiones casi caigo al abismo.
5 veces el viento me dió vuelta y amenazó con destrozar mis alas de papel.
En 3 ocasiones perdí la fuerza y bajé de altura, pensando que caería.
10 veces perdí el rumbo, porque una espesa niebla me cegaba la dirección.

Y aquí estoy. Ya llegué. Estoy bien =)
Me dijeron que la casa que se divisa bajo un arbol frondoso, es el hogar de un dulce hombre, es un alero, y dicen que te cambia la mente.
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