Las Jirafas tambien vuelan

- Fernanda!
- ¿Qué?
- ¿Qué pasa? Suelta mi muñeca, me esta doliendo.- Pensé que estabas dormida.
- No puedo dormir, disculpa (suelta la muñeca de el, prende la luz de la lámpara personal)
Y eso? por qué apretabas mi muñeca?
- no la estaba apretando, solo contaba tus pulsaciones.Tengo miedo. (suelta el llanto)
~jajaja~ Linda, estoy bien, estabas teniendo pesadillas? (acaricia su frente)
No dormia precisamente, tengo miedo mi amor. Cuando cierras tus ojos y te entregas al silencio, no puedo dejar de pensar que todo esto es un sueño, que no eres real y pronto desaparecerás de las sabanas, volviendo a la soledad del tiempo atrás. Esto es una urna compartida. Hace frío y no hay luz de día.
- Estabas premeditándolo?
No, es absolutamente involuntario, y mientras lates mi corazon agarra tu ritmo. Solo así puedo asegurarme que no te irás de mi lado. Suena absurdo, pero sabes que todo esto me parece un sueño.
- Eres la niña mas miedosa que conozco, pero no encontraré tanta inocencia y sinceridad en tus palabras. Te voy a dar un privilegio.
-¿Cual?
Vas a contar mis latidos desde su motor. (Toma su mano y la pone en el pecho) Así está mejor? La sangre esta mas caliente acá, y me sentirás mas cerca. De esta forma, si me muero a tu lado, te irás conmigo.
- Estoy temblando.
No tienes que tener miedo, pronto tendrás que acostumbrarte a mi calor, y seguramente desde hoy tendrás que dormir todas las noches conmigo. No te olvides que tu me escogiste, y yo acepté ser tu compañero.
- Eso lo tengo claro, solo que no pensé que fueras cierto.
Mía, cuenta toda las pulsaciones que quieras, pero prometeme que vas a dormir. Ah! y esta es nuestra cama, tambien tu la escogiste.
- jejeje, tienes razón. (sonrojada)
El la tapa hasta el cuello y la cobija en su pecho. Fernanda cierra los ojos y duerme placidamente, no hay lugar mas calido y comodo que este. Existen momentos perfectos. Este es uno de ellos.