Las Jirafas tambien vuelan

Mi palomita blanca
¿aún no te puedes dormir?
-No mami, no tengo tuto.
Ven con mamá, te voy a mostrar algo.
Palomita estiro sus brazos y se abrazó de mi cuello. Acaricié su cabello suave y la llevé a la ventana a mirar el cielo estrellado.
Mira Paloma, todas esas estrellas que ves afuera brillando, algunas ya no existen pero tu papito Dios dejó su luz para que esta noche no estés tan oscura.
-Mami, me da miedo la noche, pero las estrellas a mi me gustan mucho mami.
No tienes nada que temer pequeña Palomita, mamá está contigo y no hay nada en la oscuridad.
No te vayas, ta oscuro, mami yo te amo tanto mamá.
Yo también mi corazón, yo también.
Me atravesaba el corazón sus palabras, era tan frágil, pequeña y astuta, a la vez tan sensible y pura, me recordaba aquella imagen donde los brazos de mi madre lo eran todo para mí. El olor de su pecho, el color de sus labios y la ternura de sus ojos eran mi hogar, eran mi tranquilidad, eran míos.
Yo le pertenecía a mi Paloma, sus sonrisas, sus mimos, me hicieron de ella. Solo reclama lo que es suyo, se ha vuelto tan inteligente.
-Mami, quiero escucharte cantar. El papá dice que tu cantas bonito.
- Jajaja, tu papá no sabe tanto de música, pero aprecia el arte. ¿Y qué quieres que te cante?
- Del cielo mami, de las estrellas, inventa tú una canción mamá.
No es tan difícil, solo si me abrazas fuerte podré cantar bonito, funciono con amor y ternura. (:
Paloma se abrazo de mi cintura y puso su cabeza en mi pecho. Cerró sus ojitos.

Paloma, Palomita
astuta y muy bonita
no se quiere dormir la princesita

Mira el cielo y no le da sueño
ve las estrellas, la oscuridad y no le da miedo

Admira la belleza de la creación
y piensa en su papito Dios, que con tanto amor la formó.

Paloma, Palomita
la promesa echa vida
déjame cuidarte, abrazarte y nunca dejarte
que un regalo como este
jamas lo perdería.

Y así, nuestra Paloma se durmió dulcemente en mis brazos, a la luz de la luna, las estrellas, y la voz de su madre.